martes, 26 de febrero de 2008

Siempre

Tal vez a cada paso que doy mi cuerpo seguirá mostrando vestigios de lo que fuimos, de esa piel y ese fuego. Nunca supe que el amor podía ser tan ciego hasta que me encontré sola girando en medio de un nubarrón con imágenes perdidas e insoportable impotencia. Esa telaraña que confundí con un abrazo, esa mirada vacía que me trasmitía mil canciones, que nunca pude escribir. Esos rasgos que aunque el tiempo distorsioné y difumine vivirán en cada minuto, ese cuerpo que veré en sueños de vez en cuando, por el gusto que le di de marcarme para siempre, porque me rendí ante sus falsos encantos, droga, vicio, veneno.

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